Queridas amigas, queridos amigos:
queda inaugurado este pantano.
Botas altas contra la lluvia. Gorrito que nos tapa la nariz, por si el sol de más. Y primera entrada en este experimento que no se declara blog, ni lo pretende, aunque procuraremos actualizarlo más mucho que poco.
Por qué un premio de poesía joven (¿y por qué no?), y por qué bajo la admonición de Pablo García Baena. Primero: porque en el espíritu de La Bella Varsovia no cabe otro aliento que el del impulso al arte que empieza, el empujón a un primer-segundo-tercer libro, la posibilidad de ser foco que resalte a un nuevo valor. Porque nos apetecía subrayar, de esa forma, un libro al año. Y porque sí, en general.
Y después: admiramos la poesía de Pablo, única y cercana, empeñada en la belleza y empeñada también en lo real, capaz de la modernidad década tras década tras década. Y admiramos a Pablo, atento al hoy, sin prejuicios, figura clave para entender la poesía en castellano del siglo XX, bien como autor, bien como promotor con Cántico. Nos pareció evidente que, de ceder su nombre para un premio de poesía, debía tratarse de un premio de poesía joven (¡tanto como él!). Pablo, siempre cercano y generoso, no lo dudó: y así nació el Premio de Poesía Joven "Pablo García Baena". Nos pidió dos favores: no juzgar, sino celebrar después del fallo, y que quienes proclamasen al ganador se alejasen del Pleistoceno, y el jurado lo formaran jóvenes poetas, o autores (o gestores, o críticos) cercanos a las voces emergentes.
Y aquí estamos: lanzando hoy las bases de la cuarta convocatoria, sorprendidas ante el éxito que el certamen obtiene edición tras edición, y con toda la ilusión para vivir esta aventura que desde aquí os invitamos a compartir con La Bella Varsovia.
Botas altas contra la lluvia. Gorrito que nos tapa la nariz, por si el sol de más. Y primera entrada en este experimento que no se declara blog, ni lo pretende, aunque procuraremos actualizarlo más mucho que poco.
Por qué un premio de poesía joven (¿y por qué no?), y por qué bajo la admonición de Pablo García Baena. Primero: porque en el espíritu de La Bella Varsovia no cabe otro aliento que el del impulso al arte que empieza, el empujón a un primer-segundo-tercer libro, la posibilidad de ser foco que resalte a un nuevo valor. Porque nos apetecía subrayar, de esa forma, un libro al año. Y porque sí, en general.
Y después: admiramos la poesía de Pablo, única y cercana, empeñada en la belleza y empeñada también en lo real, capaz de la modernidad década tras década tras década. Y admiramos a Pablo, atento al hoy, sin prejuicios, figura clave para entender la poesía en castellano del siglo XX, bien como autor, bien como promotor con Cántico. Nos pareció evidente que, de ceder su nombre para un premio de poesía, debía tratarse de un premio de poesía joven (¡tanto como él!). Pablo, siempre cercano y generoso, no lo dudó: y así nació el Premio de Poesía Joven "Pablo García Baena". Nos pidió dos favores: no juzgar, sino celebrar después del fallo, y que quienes proclamasen al ganador se alejasen del Pleistoceno, y el jurado lo formaran jóvenes poetas, o autores (o gestores, o críticos) cercanos a las voces emergentes.
Y aquí estamos: lanzando hoy las bases de la cuarta convocatoria, sorprendidas ante el éxito que el certamen obtiene edición tras edición, y con toda la ilusión para vivir esta aventura que desde aquí os invitamos a compartir con La Bella Varsovia.
(En la imagen, el hermoso Pablo que nos pintó Aitor Saraiba para la primera convocatoria)
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